Introducción
En un giro significativo en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el presidente Donald Trump anunció este 23 de abril de 2025 su intención de reducir «sustancialmente» los aranceles impuestos a las importaciones chinas, que actualmente alcanzan hasta un 145%. Este movimiento, interpretado como un intento de desescalar tensiones, fue recibido con cautela por Pekín, cuyo portavoz de Exteriores, Guo Jiakun, reiteró la disposición china al diálogo pero exigió «respeto» y el cese de la «presión» por parte de Washington . A continuación, un análisis detallado de los anuncios, las reacciones y sus implicaciones.
1. El anuncio de Trump: De la confrontación a la negociación
Trump, quien había elevado los aranceles a China a niveles históricos en abril de 2025 —justificándolos como respuesta a prácticas comerciales «desleales» y al flujo de fentanilo—, sorprendió al afirmar en el Despacho Oval que estas tasas «bajarán sustancialmente», aunque no llegarán a cero. Según The Wall Street Journal, el gobierno estadounidense evalúa un sistema escalonado que reduciría los gravámenes a entre 35% y 65% para ciertos productos, mientras mantendría tasas del 100% para bienes estratégicos vinculados a la seguridad nacional .
Este cambio de postura parece responder a múltiples factores:
- Presión económica: Los aranceles han afectado a empresas estadounidenses, como Learning Resources, que enfrenta un aumento de su factura arancelaria de 2.3 a 100 millones de dólares, según su director Rick Woldenberg .
- Mercados financieros: La incertidumbre comercial había generado volatilidad en bolsas globales, que reaccionaron al alza tras el anuncio (ejemplo: +2.4% en Fráncfort) .
- Diplomacia: Trump busca un acuerdo que permita avanzar en temas paralelos, como la operación de TikTok en EE.UU., cuya negociación se vio frustrada por los aranceles .
2. La respuesta china: Diálogo con condiciones
Pekín respondió rápidamente al anuncio de Trump. Guo Jiakun, portavoz de Exteriores, recordó que «en una guerra comercial no hay ganadores» y afirmó que la puerta para conversar está «abierta de par en par», pero subrayó que cualquier acuerdo debe respetar los intereses chinos y evitar «imposiciones unilaterales» .
Además, China:
- Mantiene su postura firme: Reiteró que no aceptará acuerdos que sacrifiquen su soberanía económica, especialmente tras las represalias previas (como su arancel del 125% a productos estadounidenses) .
- Apostó por la multilateralidad: Criticó los intentos de Trump de presionar a otros países para limitar intercambios con China, una táctica que Pekín considera «aislacionista» .
3. Impacto en actores clave
a) Empresas y consumidores
Los aranceles del 145% habían disparado costos para importadores estadounidenses, como Amazon, que canceló pedidos de sillas de playa y scooters fabricados en China para evitar los gravámenes . Una reducción mitigaría estos efectos, aunque persiste la incertidumbre sobre la implementación final.
b) Cadenas de suministro
Fabricantes como MGA Entertainment (creadora de las muñecas Bratz) ya planeaban trasladar producción a India o Vietnam, pero Trump amenazó con extender aranceles a esos países, complicando la estrategia .
c) Inflación y crecimiento
El Laboratorio de Presupuesto de Yale estima que los aranceles previos reducirían el crecimiento de EE.UU. en 1.1 puntos porcentuales en 2025. Una baja podría aliviar la inflación, que los consumidores proyectan en 4.4% .
4. Perspectivas futuras
Aunque el secretario del Tesoro, Scott Bessent, expresó optimismo por un acuerdo , expertos advierten que:
- La desconfianza mutua persiste: Trump insiste en que China debe dejar de «estafar» a EE.UU., mientras Pekín exige igualdad en las negociaciones .
- Los detalles son clave: El sistema escalonado propuesto podría generar disputas sobre qué productos son «estratégicos» .
- El rol de la Fed: Jerome Powell, criticado por Trump por no recortar tasas, advirtió que los aranceles lastran la economía, un argumento que podría ganar peso si la desaceleración se agudiza .
Conclusión
El anuncio de Trump marca un posible punto de inflexión en una guerra comercial que ha sacudido la economía global. Sin embargo, la disposición china al diálogo no implica concesiones unilaterales, y el camino hacia un acuerdo estable sigue plagado de desafíos. Mientras tanto, empresas y mercados aguardan señales claras para ajustar sus estrategias en un escenario que, por ahora, sigue siendo volátil.